El día jueves 14 de Junio fue la
actuación que consistía en que diferentes grupos de hasta 4º ESO bailaron
canciones de los 80s.
Cuando nos tocaba Ciencias
Naturales a 4ª hora teníamos que disfrazarnos y en caso de las chicas
maquillarse. A nadie se le notaba pero todos estábamos un poco nerviosos porque
íbamos a actuar ante mucha gente conocida y desconocida.
A 5ª hora nos llamaron para bajar
al salón de actos. Primero iban a actuar los alumnos de 2ºA con la canción:
“Thriller” de Michael Jackson. Pero antes, salió gente de nuestro curso a
presentarles para que la gente tuviera más ganas de verlo. Los alumnos salieron
al escenario en orden y se colocaron. De repente empezó a sonar la música y se
me puso la piel de gallina al ver como mis amigos empezaban a bailar al son de
ese gran tema de Michael. No estaba mal pensada la coreografía, pero era
demasiado repetitiva. Aún así, me gustó muchísimo porque les salió muy bien.
Después de dejarnos las manos en
aplaudirles llegó nuestro turno. Salimos de forma ordenada con las piernas
temblando y nos quedamos a un lado del escenario. Salieron a presentarnos otros
compañeros de curso. Fue muy divertido porque hicieron una pequeña escena sobre
el boxeo.
Salimos al escenario entre risas
nerviosas y caras angustiadas y tomamos posiciones para empezar a bailar.
Empezó a sonar esa pedazo de canción de Survivor llamada: “Eye of the tiger”.
Ese temazo que hace que nada mas darle al “play”; notes como un cosquilleo te
sube desde la pierna. Mi prima y yo nos miramos con cara de: se van a reír de
nosotros hasta las butacas. Ya avanzada la coreografía le tocaba el turno
solista a Sebas. Nos bajamos todos menos el para que sobresaliese en la
actuación haciendo “Playback”. El estaba encantando al público. Yo, de
cuclillas, mire a Asier y le dije: - …Tío, es mi turno…
Todos se agacharon. En ese
momento solo existíamos yo y las 100 miradas penetrantes que me miraban y
juzgaban cual daga. En cambio la reacción del público fue otra. Todos aclamaron
mi nombre y se levantaron. Yo, menos nervioso, lo di todo en el escenario. Me
temblaba la pierna pero no era motivo suficiente como para amargarme mis 10
segundos de gloria.
Luego seguimos la coreografía
hasta llegar a “Another one bites the dust” de Queen. Esa nos salió muy bien
pero sin duda la canción que mas gustó fue la de “I like big butts”. Mi corazón
latía a mil por hora a la vez que me lo pasaba bien. Era un sentimiento raro
pero a la vez familiar. Era un sentimiento nostálgico de escuchar al público
gritar cuando yo estaba en teatro y actuaba como protagonista.
Cuando llego la tercera y última
canción, todo el público se levantó
a dar palmas y gritar. Fue mi divertido y al final del todo nos
aplaudieron con todas sus ganas y corearon nuestros nombres. Fue un gran
momento.
Salimos del escenario eufóricos.
Pero nuestro turno acabó, al menos de momento…
Después de otra presentación,
salieron los alumnos de 2ºC. Fue una coreografía un tanto “peculiar”, pero
también estaba bien, ya que mezclaba el humor con las canciones.
Luego salieron un grupo de 3ero
de la ESO pero nada podían hacer para hacer sombra a nuestro exitoso baile. Se
veía que había curro detrás pero el nuestro era mejor.
Luego salió otro grupo de 3er de
la ESO. Esta vez me gustó más que el anterior. Se trataba de la canción de
“Ghostbusters”. No estuvo mal, pero tampoco podía hacer nada contra nuestra
coreografía.
Después salió el grupo de 4º de
la ESO. Y empezó a sonar una canción un tanto de “streaptese”. Empezaron a
bailar de forma sensual hasta el punto de quitarse la camiseta. No hacía falta
pintarse con un rotulador los abdominales para que se supiera que estaban
fuertes (excepto una persona). ¿Cómo mi grupo de baile iba a superar eso? Como
íbamos a conseguir superar un número en el que todas las chicas de 4º cursos sudaban adrenalina y a la
vez gritaban cual orangután en celo. Pero era inevitable, también era gracioso
ese número, así qué, todo el mundo empezó a chillar como locos (me incluyo) y
lo pasamos muy bien. Cuando acabó algo nos sorprendió. Roberto (el protagonista
del baile, anunciaba por el micrófono: -“A petición popular, los alumnos de
2ºB, van a repetir su baile”.
Todos subimos al escenario más
calmados que la última vez y empezamos el baile. Cuando llego mi parte, me
solté. Me solté tanto que me quite la chupa de cuero como si de un “streapteses”
se tratara (he de decir que me la quité porque el calor era insoportable) y
comencé a cantar como si no me importara la cara de tonto que estaba poniendo.
A la gente le encantó todo el baile entero y salimos aclamados. Fue un gran día
para mí, pero un mal día para mi corazón que casi explota de la velocidad a la
que latía mientras bailábamos.
Roberto Cascales 2ºB ESO
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